solsticio de verano

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domingo, 31 de enero de 2010

VIGÉSIMO OCTAVO CAPÍTULO

CAPÍTULO 28. DUDAS.



Gabriel y yo nos separamos de los demás, ahora tendríamos nuestro momento, solos, en la playa, como en nuestro primer beso.
Anduvimos hasta una zona completamente desierta, no había nadie y solo se oían las olas del mar.
Íbamos de la mano, contemplando el paisaje de nuestro alrededor, todo era maravilloso.

- ¿Aurora, te acuerdas de nuestro primer beso?
- Pues claro, fue el mejor momento de mi vida, es imposible olvidarlo.
- Eres genial, Aurora, te quiero.
- Yo también te quiero.- le dije y sonreí, pero no podía quitarme de la cabeza a Fer.

Nos abrazamos y sonreímos, ahora éramos novios, nos queríamos, él me adoraba y yo a él, o al menos eso creía.

Me quité la ropa, quedándome en bikini y él se quedó en bañador.
Ambos nos quedamos mirándonos, sorprendidos, no le había visto nunca así, sin camiseta y tenía los abdominales muy marcados, su torso era realmente perfecto, y me atraía.

Jugamos a cogernos, tonteamos, bromeamos y terminamos metidos en el agua, saltando las olas. Lo pasábamos genial.

Antes de salir del agua Gabriel me abrazó por detrás y me empezó a dar besos por el cuello, me hacía cosquillas.
Me di la vuelta y nos besamos, fue un beso salado, nunca mejor dicho, pero que no me pareció tan especial como las otras veces.

- Aurora, voy a por algo de beber a un bar de aquí cerca, ¿qué quieres que te traiga?
- Una fanta de naranja, por favor.
- Vale, vuelvo en diez minutos.
- Vale.

Gabriel se fue a un bar cercano y yo me quedé sola, sentada en la arena.

Miré el paisaje, el mar, el horizonte, era todo muy bonito.
Estaba pensativa cuando oí una voz a mis espaldas.

- ¿Aurora, eres tú?
- Si, hola Fer.- no sabía por qué al verle de nuevo se me aceleró el corazón.
- ¿Qué haces aquí sola?
- Espero a alguien, se ha ido a por bebidas a un bar cercano.
- No es adecuado que estés sola por esta playa, podría volver a verte el tío ese y a saber.
- Bueno, lo mejor es que en vez de ese tío, me has encontrado tú.
- Si, y eso me agrada.

Fer, aparentaba 18 años, más o menos y era bastante alto. No podía evitar sentir algo por él, aunque no sabía lo que era.
Estuvimos hablando, le noté muy protector conmigo, cercano y cariñoso, me encantaba ese tipo de chicos.
Pensé en Gabriel y en todo lo que estaba tardando, me giré y vi que estaba acercándose a nosotros, me levanté y sonreí, tenía a dos chicos alucinantes a mis lados, todo en mi cabeza era un laberinto y no encontraba la salida.

- Gabriel- dije cuando se acercó a nosotros- este es Fer, un amigo.
- Encantado, soy el novio de Aurora.
- Me imaginaba, un placer.
- Y ¿de qué os conocéis?- preguntó Gabriel. No sabía que decirle, no quería que supiese nada de lo del tío de antes. Fer se dio cuenta de mi nerviosismo y me ayudó a ocultarle la verdad a Gabriel.
- Pues, somos amigos de hace dos veranos, nos conocimos en un viaje, estábamos en el mismo hotel y Aurora se hizo muy amiga de mi hermana, Sara.
- Si, Sara es genial.- dije.
- Luego nos presentamos y antes la vi en la playa, hacía mucho que no nos veíamos, siento si he interrumpido algo.
- Le echaba de menos, y ahora que le tengo aquí, pues quería pasar tiempo con él.
- Lo entiendo, bueno, mañana podría hacer una excepción Ana y puedo conseguir que os veáis, así pasáis un tiempo juntos, si os parece bien.
- Claro, muchas gracias Gabriel, eres un buen tío.- dijo Fer y me sonrió.

Me latía el corazón a mil por hora, Gabriel se lo había creído todo y se había ofrecido a ayudarnos para vernos al día siguiente. Todo era totalmente irreal.
Fer se fue, no sin antes darme dos besos a mí y la mano a Gabriel, entonces yo me quedé sola con Gabriel, de nuevo.

No paré de agradecerle lo que iba a hacer por mí.
En parte me sentía mal, estaba mintiendo a mi novio, y no me gustaba mentir, pero por otro lado pasaría un día entero con Fer, ese desconocido que tanto me había impresionado.

El viaje de vuelta al hotel se me pasó rápido, Gabriel y yo no parábamos de darnos besos, caricias, sin separarnos ni un momento. Aunque mi cabeza también pensaba en Fer, todo eran dudas.

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