solsticio de verano

solsticio de verano

miércoles, 20 de enero de 2010

DIECIOCHOAVO CAPÍTULO

CAPÍTULO 18. CITA A CIEGAS.

Al terminar de cenar, cada uno se fue por su parte. Yo no sabía ni cómo me sentía. Miré a Ali y ella con un gesto de cabeza me animó a ir.
Respiré hondo, no podía estar nerviosa, era un encuentro con uno de los monitores, nada más, no iba a pasar nada, me repetía una y otra vez.
Andaba lento, con paso firme, teniendo cuidado de no doblarme el pie y romper los tacones, miré mi móvil, nada, ni una llamada de Gabriel, ni un mensaje. A las cinco minutos volví a mirar el móvil, ya estaba un poco más cerca de la playa. La segunda vez que miré el móvil vi un mensaje, era de Dani.
“ Auro! ¿cómo estas pequeña? Se te echa de menos por aquí! Vuelve pronto, tengo cosas que contarte. Y quiero verte, seguro sigues igual de guapa. Y sonríe, como tú dices. Un beso enorme teQ. Dani”
Sonreí, no pude evitarlo, Dani siempre sabía cómo hacerme sentir bien, en cualquier situación. Era como si estuviese allí y me viese, tan confundida, sola, extraña. En esos momentos no parecía yo realmente.
Le contesté con un mensaje igual de bonito.
“Dani! Pues genial! Esto es enorme! No dormimos en cabañas sino en un hotel! Alucina! Pues volveré cuando termine, impaciente. Yo también quiero verte, para que me cuentes TODO. Tu si que eres guapo! Yo estoy sonriendo como siempre y tu? Más te vale que sonrías. Te vigilo! Un kiss muy muy fuerte! Te quiere, Auro.

Ya estaba más tranquila, el mensaje de mi mejor amigo me había confortado, dentro de lo posible. La playa estaba ya a menos de 10 metros.
Vi a un chico, sentado en la arena, estaba solo así que imaginé que era él el monitor tan cotizado del campamento.
Cuando toqué la arena me descalcé y cogí los tacones, por atrás se le veía que estaba robusto, pero no se le distinguía del todo, ya era de noche y no había mucha iluminación en la playa.
Me acerqué por detrás, respiré hondo de nuevo, aún no me podía creer lo que estaba haciendo, era una cita a ciegas. Nunca hubiese esperado que tendría una cita a ciegas en las que no conoces al chico con el que te has citado, pero este era un buen momento de la primera cita de esas, o eso pensaba.
Me coloqué detrás de él, vi que tenía en la mano un móvil, supuse que el suyo, en el que había escrito un mensaje.
“ Te quiero, no puedo dejar de pensar en ti, te echo de menos”
Pero parecía que no se atrevía a enviarlo. Había hecho mal en ir, el tenía novia, y yo quería a otro, todo había sido una equivocación.
Ya hablaría yo con mis amigas y les diría que hicieron fatal en decirme eso del monitor. Si le hablaba quedaría en un completo ridículo, además, ¿qué le iba a decir?
Hola, me llamo Aurora, soy la chica con la que te han dicho que quedases tres chicas que están completamente locas. Y por cierto no te preocupes, ya se que tienes novia, y yo bueno no tengo novio pero estoy enamorada o al menos eso creo, vamos que estoy haciendo el mayor ridículo de mi vida.

Sería horrible, así que decidí irme por donde había venido, no quería engañarme a mi misma, yo quería a otro, aunque no supiese muy bien a quien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario