solsticio de verano

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miércoles, 20 de enero de 2010

DIECISÉISAVO CAPÍTULO

CAPÍTULO 16. SEGUNDO DÍA.




Me desperté con el ruido de la puerta de la terraza, Lore la estaba abriendo, no la quise decir nada, me imaginaba por qué salía.
Me costó un poco levantarme, aún no podía creerme que estábamos durmiendo en la habitación de un hotel, cuando todos los demás del campamento dormían en camas medio rotas y en una cabaña.
Cuando por fin me levanté me metí al baño. Al salir del baño todas estaban ya levantadas. Era muy pronto, las 8 de la mañana, jamás hubiese pensado que un día de vacaciones me levantaría a esa hora.
Lore seguía fuera, así que decidí salir, sigilosamente por si acaso interrumpía algo. Al salir me encontré a Lore apoyada en la barandilla de la terraza, mirando el mar. La verdad es que me sorprendió un poco no haberla encontrado con Manu o alguno de los chicos, pero me alegró ver que no solo era una ligona, también tenía sentimientos. Me apoyé a su lado en la barandilla y miré el mar y el horizonte, estaba a punto de salir el sol.
Llamamos a Bea y a Ali para que todas juntas pudiésemos ver el amanecer.
Era precioso, me emocioné y no lo pude evitar, era una chica muy sensible y cosas como esas me emocionaban.

Entramos en la habitación justo en el momento en que Ana, nuestra monitora, entraba para despertarnos.

- ¡Chicas! ¡Ya estáis despiertas!
- Si Ana, es que era nuestro segundo día y nuestra primera noche.- se lió un poco Bea.
- Si, por eso y porque hemos salido a ver amanecer, desde aquí se ve genial, en el mar.-dije yo.
- Es precioso el amanecer, deberías verlo algún día Ana.- habló Ali.
- Bueno chicas pues os espero a las 10 en la playa, desayunadas, vestidas y con los chicos de la habitación de al lado. No me falléis.- sonrió Ana.
- No te preocupes, allí estaremos.-dijo Lore algo ausente.

No sabía que podía pasarla, pero tenía la ligera sospecha de que pronto lo sabría, no debía ser muy grave, ella misma nos lo diría.

Nos vestimos, arreglamos y hablamos un poco de cómo pensábamos que sería el día y cómo sería también el monitor.
Cuando salimos de la habitación los chicos se nos quedaron mirando, embobados.
Pedro miró a Bea, se le caía la baba. Bea llevaba unos pantalones piratas blancos ajustados y una camiseta rosa de tirantes, una visera a juego con la camiseta y las chanclas. Estaba perfecta, como siempre.
Manu, en cambió en vez de mirar a Bea miró a Lore, lo único que pudo hacer fue silbar. Lore llevaba una falda muy corta de vuelo verde, una camiseta con una manga caída roja, la gorra roja también y las chanclas.
Iba provocativa pero guapa a la vez.
Andrés miró a Ali, y repentinamente a mí, me sentía algo incómoda.
Ali llevaba una falda por debajo de las rodillas de vuelo, una camiseta de manga corta y su gorro. Le sentaba todo genial.
En cuanto a mí, iba normal, como yo siempre he ido a la playa. Me puse mis shorts vaqueros, una camiseta sin mangas azul, mis gafas de sol, el pañuelo azul en la cabeza y las chanclas.
Después de que los chicos quitasen esa cara de bobos que se les había quedado, nos bajamos a la puerta donde se suponía que nos iba a buscar Ana.
Tal como pensábamos ella ya nos estaba esperando.
Al llegar a la playa vimos a un montón de gente rodeando a alguien, pero decidimos no prestar mucha atención.

- ¡Chicos y chicas venir aquí!-gritó uno de los monitores, y todos fueron y se sentaron en la arena.- hoy tenemos preparada una actividad muy divertida que seguro que os gusta.
- Sí, así que los míos que se venga conmigo, esta actividad no va con ellos- dijo Ana.

Nos habíamos librado de hacer esa actividad, ¡que bien!

- Chicos, chicas, vosotros me vais a ayudar con un concurso que vamos a hacer el viernes, es un karaoke. El que gane podrá ir el sábado de compras con 7 personas además de él.- sonrió Ana.
- ¿Un karaoke? No me lo creo, ¡me encanta!- contesté yo.- yo estoy dispuesta a ayudar en todo.- sonreí.
- Si, todas nosotras.- dijo Ali mirando a Bea y Lore que asentían.
- Y nosotros, no nos vais a dejar atrás chicas.- rió Manu.
- ¡Menudo eres!-contestó Lore dándole una colleja.

Después de unas cuantas risas por parte de todos, empezamos a pensar y hablar cómo podríamos hacerlo.
Estábamos sentados en la arena, apartados de los demás, intentando encontrar la manera de hacerlo el concurso lo mejor posible. De nuevo vimos a un grupo bastante grande de gente alrededor de alguien.
¿Quién sería? Me acerqué a una chica y le pregunté.

- Oye, perdona, ¿Por qué está toda esta gente aquí?
- Por el nuevo monitor.
- ¿Sí? Y que pasa ¿es famoso o algo?
- No, es joven, guapo y está buenísimo. Las chicas nos estamos presentando.
- Ah, vale, gracias.

Volví con mis amigos y se lo conté. A las chicas las faltó tiempo para levantarse y mirarme con los ojos como platos.

- ¿Qué está bueno? Y ¿me puedes explicar por qué narices aún estas aquí y no en todo el medio presentándote?- esa fue la respuesta de Lore.
- Chicas, yo ahora solo puedo pensar en Gabriel.
- No seas tonta Auro, por favor. Una oportunidad así no la tiene cualquiera. Además tu eres preciosa, seguro que se enamora de ti nada más verte.- asintió Bea.
- Eres una exagerada, no soy preciosa, soy normal.
- No es momento de ser humilde Auro, es momento de presentarse. Así que ahora mismo vas, te haces paso entre las chicas acosadoras y te presentas.- me dijo Ali.
- Entonces yo también sería acosadora, y eso es justo lo que no quiero.
- Tengo una idea chicas, vamos a sacar a ese pobre chico de ahí en medio, le haremos un favor a él y a Auro.-propuso Lore.
- Sí, genial.- contestaron Ali y Bea, prácticamente a la vez.
- Pobre chico..- susurré yo.

En verdad me sentía mal por él. Aunque no le conociese. Me imaginaba lo mal que lo debería estar pasando después de tener tanta chica alrededor suyo.
Pero ¿Quién sería? Y ¿Cómo? No podía preguntarme nada más, solo podía pensar en Gabriel. En ese momento me vino a la cabeza la llamada de Jaime. Estaba confusa, y ahora solo quería pasarlo bien. Después del campamento todo se vería.

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