OCTAVO CAPÍTULO

CAPÍTULO 8. SORPRESAS


Estaba totalmente sorprendida, era el mejor regalo que me podían hacer, traerme a mi mejor amigo.
Cuando terminé de bajar las escaleras además de mirar a Gabriel y dedicarle una sonrisa, lo primero que hice fue tirarme a los brazos de Dani. Solo había pasado una semana desde que no nos veíamos pero para mí eso era mucho.
Le abracé y le di un beso en la mejilla, sonriente, feliz.

- ¿Qué haces tú aquí?-dije sin dejar de sonreír.
- Pues nada, acompañarte en un día tan especial por petición de tu queridísima prima, Nieves.-contestó a mi pregunta sonriendo también.
- Es que aún no me lo creo, eres el mejor regalo de todos.-le susurré al oído y reí bajito.
- Bueno, tampoco hace tanto que no nos vemos, pero tenía que verte, estás guapísima, me gusta mucho como te queda el rojo.-comentó a mi oído.
- Yo también quería verte, esta semana se me ha hecho eterna. Muchas gracias por el cumplido, tonto.-dije entre risas.
- Solo digo la verdad y lo sabes.-concluyó la conversación.

Tras haberme llevado la sorpresa de los amigos de mi prima, de Dani, aún me quedaba otra, me lo estaba diciendo Nieves al oído. Llamaron al timbre y yo fui a abrir, estuve a punto de desmayarme, mi mejor amiga, Lucía, la misma que se había ido a vivir a 400 kilómetros de mí, estaba ahora enfrente mío, guapísima. La abracé, incluso lloré de la emoción, todo era tan irreal, tan bonito. Hablamos un buen rato antes de la cena, Dani se unió a nosotras, él también conocía a Lucía, había tantas cosas que contarnos.
No se iba a poder quedar para el baile, lo suponía, se estaba alojando en un hotel cercano al pueblo y tenía que estar allí a las 11 o les cerraban la puerta, pero no me importó, lo mejor era que la estaba viendo, estaba hablando con ella en persona y esta radiante, tanto por fuera como por dentro.

Cenamos carne echa en la barbacoa, fue una cena muy animada y divertida, me gustó mucho. Durante la cena no hacía más que mirar a los que más quería, Dani, Lucía, Nieves y Gabriel.
¿Cómo se puede querer a una persona si le acabas de conocer? La verdad nunca pude contestar esa pregunta, pero algo dentro de mi corazón le quería, era como si ya le conociese, Gabriel ya formaba parte de mi, aunque fuese solo una pequeña parte.

Después de la cena despedí a Lucía con todo mi cariño, la abracé fuerte y la di dos besos, la echaría de menos.
Luego tocaba baile, todos bajamos al desván.

- Que abra el baile la cumple añera y su padre.-dijo Nieves casi gritando al ver como la gente ya empezaba a bailar.

Mi padre me cogió la mano y mi prima puso un vals. Empecé a bailar con mi padre, como si fuese mi boda, pensé, mi padre no bailaba muy bien que digamos, pero se manejaba y a mí solo con el esfuerzo de bailar, me bastaba.
Cuando terminó la canción fue Dani el que me cogió y no solo la mano, yo me reí cuando el me acercó a el y guiñó un ojo a mi prima.
Sonó una salsa, mi preferida, cómo me conocía mi mejor amigo y mi prima. Bailé con Dani la salsa y me reí muchísimo viendo cómo se manejaba, era para partirse.
Se terminó la salsa y Gabriel fue el que se acercó para bailar conmigo, sonó un vals de nuevo. Era todo tan romántico.

- Gabriel, siento mucho no haberte saludado antes.-dije con un tono de voz bastante bajo.
- No te preocupes, tu prima me contó lo de tu amigo y tu mejor amiga y te entendí a la perfección.-me dijo con el mismo tono, sonriéndome.
- Vale, es que hacía mucho que no la veía a mi amiga y bueno Dani es mi mejor amigo, fue una gran sorpresa para mí.
- Lo sé, por eso no te lo voy a tomar en cuenta, somos amigos ¿no? Lo entiendo.
- Si, amigos..-se me apagó la voz, había dicho amigos, él no me quería como a nada más y era normal, a penas me conocía.

Bailamos otra canción, entonces él tenía que irse, se acercó a mí.

- Te espero mañana a la una en el puente sur, espero verte allí.-sonrió tras decirme esto al oído y darme un beso la mejilla, el cual pude corresponder y se marchó.

Le haría caso, al día siguiente estaría allí, en el puente sur, para pasar un tiempo, aunque fuese poco, con él.