SEXTO CAPÍTULO

CAPÍTULO 6. LAS RESPUESTAS.


- Espera, ¿Cómo sabes mi nombre?.-pregunté sin rodeos.
- Perdona, quizás primero debería haberme presentado. Soy Gabriel, el sobrino-nieto de Carmen, nunca venga a este pueblo, ni te conocía, pero mi tía siempre me ha hablado mucho de ti, y me ha enseñado tu foto.
- ¿Si? ¿Y qué te decía de mí? Espero que nada malo..
- no, al contrario, lo maravillosa que eres con la gente, lo dulce que res con todo el mundo, lo cariñosa que eres sobretodo con los niños..
- Bueno, no se equivocan, pero exageran, tampoco es para tanto.
- Puede ser, pero no me había dicho que te gustaba tanto el riesgo, ha sido algo que he descubierto por mi mismo.
- Si, bueno, tampoco me encanta el riesgo, lo que sí me encanta es la bici y todo lo que pueda hacer con ella.
- Es bueno saberlo.
- ¿Y eso? ¿Acaso pretendes ligar conmigo?
- Si te lo dijera no estaría ligando, ¿no crees?
- Es verdad, no preguntaré más esa tontería.-dije riendo.

En ese preciso momento llego mi prima, parecía cansada y estresada, llevaba un botiquín en una bolsa colgada de la bici.

- ¡Aurora! Dios mío, que susto me has metido.
- Bueno, lo siento, no ha sido mi culpa a sido este tablón, se rompió y..
- Te caíste, no si ya lo sé yo te vi caer, pero por lo que veo ahora estas en buenas manos.-sonrió mirando a Gabriel.-soy Nieves, la prima de Aurora, encantada.
- Igualmente, encantado, me llamo Gabriel y soy el sobrino-nieto de Carmen.
- Nieves, espero que hayas traído una aspirina, porque me duele la cabeza muchísimo.
- Pues claro, he venido preparada para todo, por cierto, estas roja, ¿no tendrás fiebre verdad?
- No, no tengo.-la fulminé con la mirada, lo hacía aposta, sabía que estaba roja por Gabriel, era tan guapo.
- Oye Gabriel, tu no tendrás una moto, por casualidad.-preguntó Nieves y enseguida lo pillé.
- Pues sí, ha sido así como he llegado hasta aquí, temprano esta mañana.
- Me lo imaginaba.-suspiré yo bajito.
- Gabriel, ¿quieres venir a la fiesta de cumpleaños de Aurora? Su cumpleaños fue hace ya un mes, pero la estamos preparando una buena fiesta por sus quince. Esta noche, a las 9.30 en su casa, ¿sabes donde está?
- Pues no, no sé donde está, y sí, me encantaría ir.
- Es de gala, o eso dicen mis tías, pero tu puedes venir incluso en chándal.-le miré yo encantada de que hubiese aceptado.
- Iré de gala, no me gusta dar el cante.-me sonrió el.
- Vale, ven, ahora te enseñamos donde está mi casa.

Nos siguió cuando yo me tomé la aspirina, que por cierto sin agua está asquerosa, y le enseñamos donde estaba mi casa, cerca de la plaza.
Luego volvimos a casa de mis abuelos para comer, tenía unas cuantas preguntas que hacerle a mi abuela.

Al entrar por la puerta, después de dejar las bicis en el garaje, fuimos directas a poner la mesa, las preguntas las haría en la comida, donde seguro serían contestadas.
Nos sentamos a comer, cada uno en su sitio y mi abuela trajo los espaguetis y la carne, mi comida preferida.

- Abuela, ¿conocías tu a Gabriel el sobrino de doña Carmen?
- Si, le conocía, y tu ahora también por lo que veo.
- Si, ¿por qué nunca me hablaste de él?
- Porque esperaba el momento adecuado, pero no ha llegado, de todo modos ha sido mejor que le conocieses tu por tu cuenta, cosas del destino.
- Ya abuela, pero he quedado como una tonta, como si no supiese nada, cuando él lo sabía todo, absolutamente todo sobre mí.
- Bueno, hija, no me lo tengas en cuenta, más tarde me lo agradecerás.
- Vale abuela, una pregunta más ¿Cuántos años tiene?
- 17 cumplidos en marzo, es piscis.

Con eso ya tenía lo que necesitaba para saber si éramos o no compatibles.
Al terminar de comer Nieves y yo nos subimos a nuestra “casa” y yo cogí la revista. Busqué piscis y géminis, esto era lo que me salió.
“ una pareja feliz, una pareja perfecta, no pierdas ni un segundo de tiempo en dudar, has encontrado a la persona ideal que te va a hacer pasar el mejor verano de tu vida”

Sonreí, era él el chico de mis sueños, era guapísimo, educado, simpático, amable, estaba bueno.¿Qué más podía pedir?
Esa noche sería muy especial, lo intuía.