solsticio de verano

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lunes, 8 de marzo de 2010

SOLSTICIO DE VERANO 54

CAPÍTULO 54. SECRETO.



La mañana se me pasó volando, entre los abrazos, los besos y las caricias de Guille, me sentía tan bien que no me había dado cuenta del paso del tiempo.
Llegó la comida y como siempre, nos sentamos todos a la mesa. Al terminar de comer, lo único que me apetecía era dormir un poco.
Fui a mi habitación y me tumbé en la cama. Estaba siendo un día perfecto, pero anoche me acosté muy tarde y tenía sueño, aún habiéndome levantado muy tarde esa mañana.
Cerré los ojos y me sumí en un profundo sueño, del cual no salí hasta que noté como alguien se tumbaba a mi lado y me abrazaba por detrás. Me di la vuelta para estar frente a sus ojos y vi que era Guille. Me sonreía. Yo me abracé más a él y los ojos se me cerraron de nuevo.
Pasé una siesta muy agradable, abrazada al chico que además de mi primo mayor era si se puede decir así, mi novio. Aunque no sabía si podía usar ese término para referirme a él, a nosotros.

Me levanté despacio, para no despertarle, Guille aún estaba dormido.
Me arreglé un poco, lo básico, el pelo, me eché un poco de rimel y brillo.

- No tienes por qué maquillarte, estás guapísima también sin la cara llena de potingues.- Guille se había despertado y estaba en ese momento mirándome.
- Pero me gusta sentirme guapa, y con maquillaje me siento así.
- Pues ya te digo yo que estas guapísima sin él, aunque eso sí, me encantas de todas las maneras.- se levantó y se acercó a mí, abrazándome por detrás.
- Me miras con buenos ojos, nada más.- le sonreí.
- Te miro como te tengo que mirar.- me empezó a dar besos por el cuello.
- Para anda- le susurré al oído.- ¿vamos de paseo? Necesito salir de esta casa.
- Eso está hecho.

Salimos de la habitación prácticamente corriendo y llegamos a su moto que estaba en el garaje. Montamos en ella tras ponernos los cascos.

- Te voy a llevar a un lugar precioso, solo espero que te guste.- me dijo antes de arrancar.
- Viniendo de ti, todo me gusta.- sonreí. Siempre había sido algo cortada con los chicos, pero con él era distinto, todo era mucho más fácil, más natural. Podía ser yo misma sin miedo a no gustarle.

Arrancó y yo me agarré fuertemente a él, como ya había hecho el día anterior. Su espalda era musculosa y sus hombros lo suficientemente anchos como para apoyar mi cabeza en ellos mientras el aire me daba en la cara y me echaba el pelo para atrás.
Pasamos por una carretera en la que no había apenas coches y salimos a un lago, precioso, rodeado de altos árboles y flores de todos los colores y tamaños. Parecía un paraíso, muy parecido a mi sueño o ¿quizás era el lugar de mi sueño?
Aparcamos la moto al lado de un árbol enorme y le pusimos la cadena.
Nos quitamos el casco y nos miramos a lo ojos. Tanta emoción en mi interior tenía que salir, me acerqué a él y me tiré a sus brazos riendo.
El rió también, a mi compás, le besé, como la primera vez que había probado sus labios. Dulce pero a la vez apasionado. Un beso de los que no se olvidan.
Nos caímos al suelo y empezamos a rodar por el verde que estaba a nuestros pies. Estábamos felices, enamorados, aunque fuera un amor prohibido, nada nos podría separar en esos momentos de alegría infinita, juntos.
Terminamos rodeados de flores moradas, lilas seguramente, y yo encima de él, mirándole a esos preciosos ojos color marrón.

- Me encantan tus ojos, no me cansaré de repetírtelo.- le dije sin dejar de mirarle.
- A mi me encantan los tuyos, son preciosos.
- Gracias, pero me superan los tuyos.- y tras decir esto le volví a besar. Esta vez el beso fue más suave, lento, con ternura, pero con la misma muestra de amor que los anteriores.

Nos levantamos y nos sentamos en el césped, rodeados de flores. Nuestras manos se habían juntado y sus yemas de los dedos se movían acariciándome la mano. Nos miramos, con una gran sonrisa en la cara.

- Aurora, quería decirte algo..
- Dime.
- Sé que está mal, pero no puedo evitarlo..
- Me estás asustando Guille..
- Te quiero, te quiero como no he querido nunca a una chica. Estoy enamorado de ti y aunque se que somos primos, no me importa, lo que siento por ti no lo puedo cambiar. ¿Quieres ser mi novia?
- Guille, somos primos, no se si deberíamos..
- Si eso es lo que te preocupa, lo llevaremos en secreto. Solo lo sabremos tu y yo.
- Te quiero- le susurré al oído, emocionada y le besé, mientras me volvía a tumbar. El fue el que se puso esta vez encima, y me besaba, al principio suave, despacio, luego mas pasional y después mas intensamente.
- No quiero que termine este momento, nunca.- me miró a los ojos de nuevo y me hizo estremecer. Yo tampoco quería que terminase, estaba tan a gusto y sentía algo tan grande por él que todo, absolutamente todo se me había olvidado de repente. Dani, Gabriel, Fer, todo. En ese momento solo existíamos él y yo.

Ese momento por desgracia terminó, en cuanto mi móvil sonó. Mi abuela me llamaba, para saber dónde estaba. Teníamos que volver a casa, por desgracia y enfrentarnos a la familia, manteniendo en secreto lo que sentíamos el uno por el otro.

1 comentario:

  1. OOOOOOOOOOOOOh que lindoooos!!!
    Pero quilla de dani no te olvides:P:P ajajajaj

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